Corría el año 1998, cuando se juntaron Jorge Molina (bajo), Javi Ortega (guitarra), Jorge Moya (batería) y Pablo Riñón (vocalista), con el único objetivo de infiltrar su música en un concurso de Pop-Rock. No pasaron ni la preselección. 10 años después surgió un nuevo concurso. Fue entonces cuando apareció la figura de Carlos Gascón (cantante y compositor) aportando su arte flamenco.
El resultado de esta alquimia fue lo que se vino a llamar Flamencore, logrando alcanzar la final del concurso Karraska Rock 2008 y llevándose 1000 euros gracias a los que se trasladaron a Amsterdam. En esta ciudad holandesa sería donde se gestarían temas como “I want to buy”, y donde generarían una atmósfera de fraternidad y motivación para definir la banda Rodillazo.
En los 2 años posteriores, a fuego lento, se fueron fraguando los temas de lo que en 2011 sería su primer disco de estudio: “Flamencore”.

